martes, 21 de julio de 2009

Lilith el modelo femenino de la Luna Negra

Lilith es el arquetipo de mujer más enigmático e incomprendido de todos los modelos femeninos, sobre todo las mujeres que están en fase de integrar el modelo.

El nombre de Lilith procede de la tradición hebrea Lil, que significa noche, oscuridad, penumbra y también época desgraciada y calamidad, por otro lado Lilith significa lechuza, mochuelo, el ave con que se representa en la cultura griega a Palas Atenea, pues en cierta medida compite con ella en lo de ver en la oscuridad, claro que, la mujer Atenea usa de la tecnología y Lilith usa otros métodos más sutiles.

La primera imagen conocida de Lilith aparece como una mujer hermosa halada y desnuda, con los pies de ave que se alza sobre dos leones y está flanqueada por un par de búhos, su nombre también significa Reina de las diablesas, de igual modo Lilha se refiere al color lila, color muy usado por las mujeres poseídas por el arquetipo en épocas de reivindicaciones. En estas mujeres, el color lila, aparece hasta en el color de sus labios.

En el mito hebreo se cuenta que fue la primera mujer, creada al mismo tiempo que Adán, pero no de una de sus costillas, como se relata en Génesis 2/22 sino con él, directamente de la tierra, como dice en Génesis 1/27. " Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y varona los creó." Repito varón y varona, así viene escrito en hebreo original. En el mito hebreo se conoce a Lilith como esta primera mujer, anterior a Eva.

Para los hebreos es Lilith la insumisa el modelo de mujer que se niega a someterse al marido, es la enemiga de Eva y representa la instigadora de los amores ilegítimos, la perturbadora del lecho conyugal.

Lilith rehusó a someterse a su marido y le abandono, ella le dice a Adán: ¡Somos iguales, puesto que venimos de la tierra! Cuando le dice esto surgen los desacuerdos y las desavenencias, pero en realidad la disputa consiste sobre quién debe tener mayor autoridad.

En la Enciclopedia Judaica se dice que " Lilith consideraba ofensiva la postura recostada que él exigía. " ¿Porqué he de acostarme debajo de ti.? Yo también fui hecha con polvo, y por consiguiente soy tu igual "

Se dice que la pareja nunca encontró la paz, principalmente porque Lilith, no queriendo renunciar a su igualdad, polemizaba con su compañero sobre el modo y la forma de realizar su unión carnal.

Los sumerios y los babilonios la consideraban como un ser que habita en el mundo inconsciente de los sueños. Para ellos era un súcubo que visitaba a los hombres en sus sueños, de esta relación nacían monstruos sin cara; además tenía muchos servidores que de forma parecida procuraban seducir a los hombres en sus sueños. Era pues la princesa de los súcubos, una seductora y devoradora de hombres. Cuando esta mitología entronca con la hebrea, unen a Lilith con Asmodeo -Asmodeus - En el persa Aëshma- dev "el espíritu de la concupiscencia". También en persa Asma Daëva, significa el demonio de la sensualidad, que se identifica con Belcebú.

Mientras que los griegos describían a este arquetipo como Pandora, la primera mujer creada por Zeus quién ordenó a Hefestos mojar tierra y agua, y formar un hermoso cuerpo de virgen, creando así la primera mujer; además solicitó la colaboración de Atenea - la Sabiduría - que le cedió sus vestiduras y la ciñó con su cinto; Hermes le transfirió sus cualidades y Afrodita le ungió la frente con la gracia y la persuasión. Fue creada como castigo para los hombres.

Pero ello este arquetipo femenino no es exclusivo de las mujeres. Jung dice que en el hombre, el aspecto femenino se halla personificado en lo inconsciente por el ánima, igualmente las mujeres tienen un ánimus, y sostiene que existe una base biológica para estos opuestos sexuales.

En todo hombre hay una mayoría de genes masculinos y una minoría de genes femeninos. El ánima se corresponde a la minoría femenina de los hombres, y en las mujeres a la inversa.

La influencia de este arquetipo en los varones se puede percibir como un cierto grado de "afeminamiento" que destaca con mayor o menor intensidad según la evolución del individuo, mientras que en las mujeres se puede apreciar una mayor capacidad de decisión e independencia.

A mayor represión de este contenido femenino, mayor incremento de la "sombra". Cuando la sombra pasa a los planos inferiores de la conciencia y se suman los contenidos psíquicos colectivos, ya no puede ser expresada por la figura masculina, entonces el lado sombrío de un hombre para a ser representada por una imagen de mujer.

Pero sólo se puede alcanzar la integración de la personalidad a través del ánima para los hombres y del ánimus en las mujeres, pues estas figuras constituyen la personificación autónoma del inconsciente para ambos sexos. Además de los complejos que provienen de la sexualidad reprimida, existen complejos que proceden directamente de lo inconsciente. Cuando mayor sea la energía reprimida, más fuerte será el poder de atracción de este arquetipo, que puede ser una fuente de fortaleza, el " genio " de un individuo y también el "demonio" que lo posee, la razón del poder de este demonio reside en que el complejo autónomo emerge de lo inconsciente y se identifica con el yo, sin que el individuo logre distinguirlo de su actitud consciente.

Podemos asociar al arquetipo de Lilith como la sombra que resulta difícil integrar, un modelo que contiene lo inaceptado, lo reprimido o lo difícil de asumir. Lilith, como dice Chevalier, no puede integrarse en los marcos de la existencia humana, de las relaciones interpersonales y comunitarias, es rechazada al abismo del inconsciente, desde donde no cesa de inducir al deseo que se aleja de las normas sociales y familiares. Para este mismo autor, el domicilio de Lilith se fija en las profundidades del mar, de donde surgen los monstruos; símbolo de lo subconsciente, donde la censura de la conciencia procura que de allí no salga para que no venga a alborotar la vida de los hombres y mujeres de la tierra.

Pandora de los griegos es la Lilith que simboliza el origen de los males de la humanidad, es la caja de las represiones y el símbolo de lo que no se debe abrir. Pero en su aspecto positivo también es el vaso de la esperanza que se esconde en ese inconsciente profundo, donde están latentes todas las posibilidades, todas las riquezas y todos los deseos.

Este modelo femenino es una fuerza gravitacional, ausente de conciencia que se reviste de sabiduría pero que contiene los deseos de tener mayor autoridad y de erigirse como figura dominante, este arquetipo pervive en el mundo de los sueños, sobre todo en aquellos sueños que tienen un contenido impúdico.

Es un arquetipo que no se puede integrar en el marco de la vida ordinaria, pues engendra criaturas fantasmales e instiga a la curiosidad. Sin embargo su integración en el conjunto de la personalidad facilita la victoria, aumenta la prosperidad y mejora la elocuencia.

Pero cuando Lilith se apodera de la conciencia, de una mujer o de un hombre, después de haber sido largo tiempo reprimida, se entra de lleno en lo que se conoce como mundo "paranoide".

En otro sentido Lilith es la maestra de la brujería, es la bruja que todos llevamos dentro - mujeres y hombres - o la sombra del ánima o del ánimus, si queremos utilizar un lenguaje psicológico. Es el arquetipo que trata de erigirse como dominadora; es el modelo reivindicador, el que se revela contra las desigualdades de todo tipo, luego no es el arquetipo dominante, es el competidor del Yo consciente, que se proyecta en actitudes sociales. No obstante, es Lilith quién tiene el conocimiento profundo de las energías que gobiernan el cuerpo.

Cuando Lilith está bien integrada aporta gracia y persuasión a la personalidad, añade poder de decisión y de responsabilidad; pero cuando está completamente reprimida es la provocadora de los síndromes paranoicos y llena de proyecciones como la impudicia, la falsedad o la perfidia y desarrolla una personalidad castigadora, envolvente y dominante.

Este aspecto sombrío de la conciencia, casi siempre inaceptado o inaceptable es el que se proyecta sin previo aviso, irrumpiendo en ciertas experiencias personales, bajo la forma de estados de ánimo o impulsos repentinos que llevan a realizar acciones que más tarde no podrá explicar o disculpar.

La irrupción de Lilith en la conciencia o en la vida se percibe como si otro individuo se apropiara de la personalidad para hacer, decir o pensar una serie de cosas opuestas a la voluntad del yo consciente. Jung describe la proyección de la sombra hacia los demás, como las debilidades y los defectos que no se aceptan, todas las cualidades malas e inferiores que no se reconocen, se proyectan en la sombra sobre los demás.

Otro de los aspectos de la personalidad atribuibles a Lilith mal integrada es la suspicacia y las miradas de soslayo, es la mujer que actúa como si quisiera detectar algún complot, se muestra con un pensamiento suspicaz, rigidez, atención dirigida constantemente hacia actividades indagatorias, hipersensibilidad frente a la crítica, y pautas de conducta como el recelo, la hostilidad o la arrogancia.

Lilith mal integrada, es decir, reprimida durante años, suele provocar una transformación de los sentimientos amorosos en vivencias de odio y persecución y cuando aumenta en presión a causa de su represión acaba por producirse un insidioso desarrollo de un sistema delirante persistente e inconmovible, hallándose al mismo tiempo conservadas la claridad y el orden de pensamiento, la voluntad y la acción.

La mujer (o el hombre) atrapada por Lilith es un observatorio hipervigilante que no hace conjeturas extravagantes; indaga y examina cuidadosamente lo que está alrededor, carece de humor que puede sentir como humillante, no le entretiene, además lo interpreta como algo ridículo. Por otro lado aparece una fuerte fascinación por los significados ocultos y cualquier acontecimiento que se salga de lo común le sugiere una explicación extraordinaria.

La mujer Lilith mal integrada presenta como rasgo característico una incapacidad para olvidar y perdonar, y suele ser vengativa. Su capacidad para encontrar defectos está altamente desarrollada, a medida que se compromete más personalmente, se siente mayormente amenazada.

En los brotes de descontrol se encuentra desconcertada y con frecuencia describe la sensación de que "algo extraño está ocurriendo " y experimenta sentimientos de despersonalización y se vuelven desconfiada, discutidora e hipersensitiva en sus relaciones interpersonales.

Mantiene una actitud defensiva cuyas dos armas principales son la desconfianza y la excesiva agresividad. Su rendimiento intelectual a menudo es superior al promedio, pues dedica todo esfuerzo a mantener sus facultades bajo control, suele tener hipermnesia, aunque es un aumento de memoria influido por sus motivaciones.

Lilith por ser un modelo femenino se presenta más activo en cierto tipo de mujeres que tienen la sensación de ser el centro de interés de los demás, son mujeres que fácilmente se agravian o se sienten menospreciadas, poseen, en la mayoría de los casos, un orgullo injustificado o un aspecto de autosuficiencia.

La mujer Lilith es cautelosa y se preocupa por las motivaciones y significados ocultos, y exageran en su autonomía. Tiene la sensación de ser diferente y suele movilizarse en alguna "cruzada" contra las injusticias sociales. Siente malestar por trabajar "bajo" otros, tiene un conflicto con la figura de autoridad y una hiperagudeza frente a las sensaciones - a menudo agradables - y siempre tiene ilusiones auditivas, oye voces internas que no asocian con la conciencia y prefiere mantener una actitud discutidora y provocadora, eligen discutir, más que ceder. Al igual que el arquetipo original.

Su propensión a polemizar obliga a los demás a aclarar sus posiciones tanto en lo que respecta a diversos temas, como a la relación con ella; tiene que decidirse a tomar partido. Se siente más cómoda frente a un enemigo bien identificado que frente a una persona cuya posición no está claramente definida. Parece ansiosa por descubrir una injusticia social y luego canalizar su ira para rectificarla. Está deseosas de "dar una lección a la gente". Su fuerza reside en su represión.

Cuando este modelo está asumido o bien integrado aparece de manera espléndida un prototipo de mujer como el que describe Manuela Dum en su libro de las Diosas.

" La mujer Circe ha tenido el valor de mirar en su interior e iluminar una fuerza salvaje que, en realidad, comparten todas las mujeres... Su magia consiste en la capacidad de erigirse como dominadora... La mujer Circe vive en su mundo mágico e invita a los demás a participar en su brujería. Es esa clase de mujer que recibe a los demás acogedoramente, inspirando una sensación de calidez que les hace abrir sus corazones y revelar sus secretos a su cortés oído. Su presencia y sus modales pueden causar una transformación alquímica en otras personas.

Por ejemplo, puede hacer que los demás se sientan cómodos y en contacto con sus propios instintos. La mujer Circe suele poseer un profundo conocimiento de las energías que gobiernan el cuerpo; podría ser doctora, acupunturista o fisioterapeuta."

Integrar el modelo de Lilith equivale a asumir la desnudez y aceptar esas pulsiones primitivas como una parte, aunque sea la parte oscura, la más alejada de la conciencia, pero una parte de nuestra personalidad. Es labor del astrólogo y del psicólogo iluminar este aspecto de la conciencia, aclarar y facilitar al individuo el conocimiento de este arquetipo sombrío a través del cual se debe pasar para alcanzar la integración de la personalidad.

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